Vistas de página en total

sábado, 20 de noviembre de 2010

La música desarrolla el cerebro de los niños pequeños

 

Un nuevo experimento comprueba el efecto del aprendizaje musical sobre el córtex infantil


Un experimento desarrollado por psicólogos canadienses ha comprobado que la enseñanza musical acelera el desarrollo del córtex cerebral de los niños de maternal y primaria, así como que tiene un efecto positivo sobre la memoria y la atención de los más pequeños. La mejora de la capacidad de memorización alcanzada gracias a la música facilita el aprendizaje de la lectura, de la escritura y de las matemáticas, así como el desarrollo de la capacidad de ubicarse en un entorno e incluso el coeficiente intelectual. Por Eduardo Martínez.




Auditory Development Lab
Auditory Development Lab
La música mejora las capacidades cognitivas de los niños, según un estudio que publica la revista Brain. El estudio fue desarrollado por psicólogos de la Universidad McMaster de Canadá, que compararon los efectos del aprendizaje de la música sobre la sensibilidad de los niños y sobre su capacidad de memorización.

Los investigadores hicieron un seguimiento de dos años a dos grupos de niños de edades comprendidas entre los cuatro y los seis años. El primer grupo recibió durante un año enseñanzas musicales extraescolares según el método Suzuki, mientras que el segundo grupo no recibió enseñanza musical alguna.

El método Suzuki, ideado por un violinista japonés que es además filósofo y pedagogo, permite a los niños, aunque sean muy pequeños, aprender música e incluso tocar un instrumento.

Basado en el principio del lenguaje maternal, el método Suzuki enseña música mediante el juego e implica a los niños a escuchar cada día alguna melodía. Respetando el ritmo de asimilación del niño, este método le permite descubrir, experimentar y desarrollar su sensibilidad musical.

Cuatro chequeos

Durante el año que duró el experimento, los investigadores chequearon a los niños cuatro veces. El chequeo consistía en medir la actividad de su cerebro a través de la técnica conocida como magnetoencefalografía, mientras los niños escuchaban dos tipos de música: una procedente de un violín y otra de una algazara.

Los niños completaron un test musical en el cual se les pedía distinguir entre armonías, ritmos y melodías, y una prueba de memoria en la cual tenían que escuchar series de números, recordarlas, y luego repetirlas.

Con este sistema, fue posible apreciar mejor la forma en que los niños captan, perciben e integran los sonidos musicales, así como los cambios inducidos por la actividad musical sobre el córtex cerebral.

Además, después de la primera y la última sesión los investigadores evaluaron la capacidad de memorización de los niños, así como de fijarse en los armónicos, los ritmos y las melodías.

Los resultados del experimento fueron diferentes para los dos grupos de niños. Los que habían seguido el método Suzuki mostraron una mayor sensibilidad hacia la melodía emanada de un instrumento como el violón, lo que según los psicólogos significa una maduración acelerada del córtex cerebral.

Además, estos niños alcanzaron una capacidad de memorización más importante que los del segundo grupo, incluso desde la primera evaluación, ocurrida a los cuatro meses de iniciado el experimento.

Otras habilidades

La mejora de la capacidad de memorización alcanzada gracias a la música facilita el aprendizaje de la lectura, de la escritura y de las matemáticas, así como el desarrollo de la capacidad de ubicarse en un entorno e incluso el coeficiente intelectual.

Según los investigadores, liderados por Laurel Trainor, profesora de Psicología, Neurociencia y Conducta de la McMaster University en Hamilton, Canadá, es la primera vez que un estudio muestra las respuestas del cerebro pueden evolucionar de manera diferente en el transcurso de un año, según los niños hayan sido formados o no en el conocimiento y la experiencia musical.

Estos cambios tienen una relación directa con las mejores habilidades cognitivas constatadas en los niños que practican la música, lo que constituye una evidencia de que el aprendizaje musical tiene un efecto positivo sobre la memoria y la atención de los más pequeños, lo que indica la conveniencia de que la música debería formar parte de la enseñanza maternal y primaria.

Aunque estudios anteriores habían demostrado ya que los niños mayores que recibían clases de música experimentaban más mejoras en su coeficiente intelectual (CI) que los que iban a clases de teatro, este es el primer estudio que identifica estos efectos en mediciones cerebrales de niños más pequeños.


4 comentarios:

  1. Muy interesante el blog y tus aportaciones.Pero dejando a un lado los estudios científicos,y como profesor de música que eres, me gustaría conocer a partir de qué edad es conveniente empezar a estudiar música,la elección del instrumento,en fin, todas esas cosas que debes encontrarte en el día a día y que nos son más cercanas.
    Gracias.

    ResponderEliminar
  2. Para empezar, escuchar música ya es estudiar música, y la música se escucha desde que uno está en el vientre materno, antes del alumbramiento. No es un tópico, la parte más importante del aprendizaje musical es la escucha, y no hay edad límite, ni por arriba ni por abajo. En cuanto a la dirección externa o tutorizada del aprendizaje de un niño, aparte del hecho de hacerle escuchar una u otra música, comienza con “juegos” musicales, primeramente rítmicos y muy pronto también melódicos. Cantarle a un niño la misma nana cada noche en la cuna y que él empiece a repetir segmentos de la misma al unísono es una de las primeras lecciones musicales que recibimos casi todos. Hoy en día hay métodos para niños y muchos y diversos estudios (por ejemplo en Cataluña Petits Músics y a nivel universal y desde hace mucho ya el Método Orff, diseñado por el iliustre músico alemás Carl Orff y desarrollado por sus múltiples discípulos, en el cual se incorpora también la expresión corporal e instrumentos especialmente diseñados para ellos). En cuanto a la elección de instrumento no hay prisa. Se ha de tener en cuenta, en primer lugar, que los instrumentos musicales de calidad profesional están pensados para la anatomía de un adulto, por lo cual un niño ha de empezar a interpretar instrumentos diseñados especialmente para sus aptitudes físicas y éstos generalmente no están confeccionados con los niveles de exigencia de calidad que tienen los instrumentos profesionales. Por otro lado, el músico “ideal” es aquel que, aunque domine sobre todo un instrumento, sea capaz de manejar con soltura varios instrumentos, el canto, la composición, etc. Lo que se llama “el músico integral”. Lo ideal sería retrasar el momento de la “elección” tanto como se tarde en llegar al convencimiento que las aptitudes y/o preferencias del niño se han decantado. Lo mismo en referencia a la “elección” del estilo musical en el que especializarse. La Música es Universal y cada estilo es un mundo infinito que nunca se llega a dominar del todo, por lo cual resulta evidente que - al igual que no hay (por ejemplo) futbolistas que sean tan buenos como porteros, defensas, medios y delanteros, o deportistas como Michael Jordan, que de ser los mejores de la Historia en su deporte principal pasan a ser mediocres cuando dan “el salto” a otro deporte - en lo que se refiere a estilos, el que no se especialice podrá disfrutar muchísimo de su actividad interpretativa amateur, pero estará en clara desventaja si lo que quiere es competir a niveles profesionales con uno que dedique todos sus esfuerzos a un sólo estilo o familia de estilos.
    Muchas gracias por tus preguntas y espero haber despejado las dudas que se plantean.
    Saludos cordiales,
    Germán.-

    ResponderEliminar
  3. Pero a mi me da una rabia... tengo 15 años y mis padres no son musicos. Yo desde los 10 quise estudiar violoncelo. Estudio, y estudio y estudio... a los 14 años ya estudiava 4 horas diarias. Por mi misma, solita. Pero saben la rabia q me da, pensar q, qualquier de esos crios a las q sus papas an podido pagar una educacion con el metodo susuki, van a ser muxo mejor musicos q yo, aunque no hayan echo nada por ellos mismos, aunque no hayan sacrificado todo q e sacrificado yo, aunque no hayan tenido q luchar contra nada, ni enfrentarse a nadie. Pero, ¿como puedo competir con eso? ¿A quien puedo culpar?¿A mis padres? ¿A mis profesores? ¿A mi misma? ¿Es que nadie ha pensado en lo injusto que es esto para los musicos como yo?

    ResponderEliminar
  4. Me ha gustado mucho su blog, con su permiso lo seguire.

    ResponderEliminar

Comente: